TRABAJO "A"

¿Qué poder tienen los edificios sobre nosotros? ¿Qué magnetismo tienen para nuestros sentidos, que sin quererlo posamos nuestras miradas en ellos, admirándolos sin darnos ni siquiera cuenta? No solo debemos hacernos estas preguntas sino también debemos preguntarnos ¿Qué significa un edificio para la sociedad? Todo. Nuestros edificios son la representación de una mentalidad, de una sociedad, de una época, una cultura, una forma de ver el mundo, una ideología... Es por esto por lo que, queriéndolo o no miramos a nuestro alrededor buscando mensajes en nuestras calles, preguntándonos ¿qué pasará ahí detrás? Todos nos preguntamos cuando vemos una luz encendida en lo alto de un gran rascacielos como se vivirá allí, ¿podrán observarnos desde allí arriba?, o es más puede que incluso tengan vértigo a tanta altura. A mí lo que realmente me causa vértigo es está cantidad de preguntas que pueden hacer que un edificio cambie según la perspectiva propia del inquilino que te lo describa, o las historias que se generarán fuera de él sin llegar a saber nunca si serán ciertas, y ya no me refiero a las historias de la vida de las personas, sino a la historia o a nuestra forma de entender el edificio desde fuera, y como podemos llegar a decepcionarnos al conocerlo de verdad, o según lo que nos cuente de él. Esto es lo que nos ocurre exactamente con las torres KIO. Conforman un espacio mágico tanto para el viandante como para los coches que pasan entre ellas, siendo la puerta hacia el paseo de la castellana. Son el reflejo de la cultura de una época y el resultado del pensamiento de su creador Philip Johnson, pensamiento que llegó repentinamente y como un gran regalo para Johnson, visto en lo que han llegado a simbolizar las dos torres. Las torres KIO es una rebautización hecha posteriormente por los habitantes de Madrid su verdadero nombre es el de Puerta de Europa, son proyectadas por los arquitectos estadounidenses Philip Johnson (que recibió el primer premio Pritzker en 1979 y fue discípulo de Mies Van Der Rohe) y John Burgee en 1989. Philip fue el heredero de una tradición modernista que se formó a través de la construcción de multitud de rascacielos. Cada uno de ellos muy diferente a los demás, es como una especie de experimento o más bien aprendizaje que hacía a través de los rascacielos, en cada uno de ellos intentaba superarse a sí mismo. Antes de comenzar a extendernos sobre el debate de la realidad o la ficción deberemos conocer algunos datos sobre las torres: Su nombre hace referencia a la empresa que las promovió Kuwait Investments. Su construcción comenzó en 1989 y no se inauguraron hasta 1996. Tienen 114m de altura en un total de 26 plantas de altura, una inclinación de 15º, que nos da la sensación que se unirán en su centro algún día, está construida con cristal, granito, aluminio y acero inoxidable, material del que están hechas las bandas brillantes que la caracterizan. La gran variedad de materiales en su exterior viene dada también a que Johnson cree que la arquitectura debe llamar la atención, tanto al interior como al exterior. El acceso a la torre se hace mediante 8 ascensores. Una peculiaridad de estas torres es que no todas sus plantas son iguales ya que los ascensores por su inclinación no pueden llegar a todas ellas, esto hace que el recorrido por el edificio sea mucho mayor, los usuarios deben coger dos ascensores para llegar hasta la última planta, primero cogeríamos un ascensor en la planta baja que nos dejaría en la mitad del edificio y es allí donde cambiaríamos de ascensores, los cuales nos repartirían por todas las demás plantas superiores. Esto nos puede parecer algo incomodo pero, es lo que todos nos preguntamos cuando vemos las torres desde fuera, no sabemos la forma en la que las plantas están organizadas, o como serán las conexiones entre estas. Desde el exterior podemos imaginar un mundo mágico donde los ascensores también acompañen a la estructura y sean inclinados, o incluso un ascensor que zigzaguee, es aquí donde comienza nuestra ficción, nuestro propio edificio, donde todos soñamos sin darnos cuenta a ser arquitectos. Este es mi primer enfrentamiento hacia las torres, en mi opinión los ascensores de las torres deberían llevar la misma inclinación que llevaban las torres, explicaré más detenidamente esta cuestión basándome en palabras textuales de Johnson: Las torres rompieron con la idea del diseño lineal, como Philip Johnson afirmó en su visita a las torres en 1996. Johnson dijo que "Hay que acabar con el ángulo recto si no nos queremos morir del aburrimiento. El rascacielos se ha acabado, podemos olvidarlo. Los arquitectos nos podemos concentrar ahora en la misión de hacer las formas de los edificios que mejoren al hombre". En cuanto a esta afirmación de Johnson, no comparto la disposición de las plantas del edificio y por supuesto mucho menos la organización de los ascensores, si el ángulo recto está muerto o en su declive, sería muchísimo más apropiado dar una inclinación aunque fuese mucho menor para las conexiones. El ciudadano que en un primer momento se sorprende al ver tal edificio inundado por la tensión y por la fuerza de la gravedad con la que lucha, no imaginará que sus comunicaciones interiores tengan tan sencillo desarrollo. Tenemos plena vida utilizando la metáfora de la afirmación de Johnson si contemplamos el edificio desde el exterior, pero en cuanto nos introducimos en el edificio a no ser que no encontremos en una zona donde podamos ver y sentir las fachadas inclinadas, estamos totalmente muertos, no notamos esa inclinación del edificio, morimos nada más al adentrarnos a uno de esos ascensores. El desarrollo interior del edificio como hemos reafirmado anteriormente es una sucesión de planos horizontales rotos por dos bloques de ascensores, ¿serán útiles todos sus 63000m² de efecto formal? Otra gran cuestión que se nos abre al ver las grandes torres desde fuera, no sabemos si su espacio interior está sujeto por su estructura, muchos piensan que es una torre recta recubierta de una envolvente inclinada. Y si todo su espacio interior será o no funcional. He aquí la gran revolución de Johnson, toda su estructura conforma la fachada, sus planos horizontales, se desplazan hacia el centro de la castellana según vamos subiendo la altura, y volvemos a poder soñar dentro y fuera del edificio. Las torres son conocidas como Torre Europa I (la torre de la izquierda con el logotipo de Caja Madrid) y torre Europa II (tiene el logotipo de Realia). La solución estructural es a base de acero. Cada contrapeso es un dado de hormigón de 60x10x10 metros, esto es, 6.000 metros cúbicos de hormigón que pesan del orden de 14.400 toneladas en el que se anclan los cables que sujetan el extremo superior del edificio. Es aquí donde volvemos a ver la fuerza que tienen los edificios en nuestras vidas y en nuestra forma de ver el mundo, si revisamos el título del ejercicio podemos observar que define en 3 palabras a las torres KIO, en cuanto a prosperidad, porque dio el salto tanto visual al paseo de la castellana, ya que le regalo un marco perfecto como si de un marco fotográfico se tratase, Johnson consiguió crear la postal perfecta y una de las más fotografiadas de la capital. Y prosperidad porque a partir de las torres KIO se incrementaron los edificios de oficinas en todo Madrid y más concretamente en el paseo de la castellana. La modernidad de la quiero dar que hablar en este texto es la situación de una nueva mentalidad y por lo tanto de una sociedad, la cual pueda hacer volar su imaginación. Nunca se había visto un edificio que no fuese vertical u horizontal en extensión, al crear un edificio inclinado fue como una revelación para arquitectos, para ampliar sus fronteras y sobre todo para quitar muchos miedos a aquellos que creían que la estructura no podría soportar. Por lo contrario los miedos se apoderaron de la población, aquella magia de la que estoy hablando puede llegar a convertirse en pesadilla, o como un símil de por ejemplo, la superstición de pasar debajo de un andamio. Todo esto supuso un gran cambio que impulsa que toda la arquitectura se vea de forma diferente desde el exterior abriéndose a un mundo nuevo y lleno de posibilidades, que generara un cambio de mentalidad en toda la población. Genera una nueva forma de movimiento, y sobre todo una nueva visión desde el viario, sustituyamos los puentes por grandes edificios como las torres KIO. Un nuevo cambio para poder seguir modernizándonos y prosperando. El peso de la torre se encuentra en el eje central mientras que la parte inclinada es mucho más ligera, para que la estructura no vuelque, siguiendo el hilo del texto, y retomando la pesadilla de los viandantes, un nuevo mundo terrorífico cae sobre nosotros. Hemos hablado que Johnson ha logrado crear la postal perfecta de la castellana, pero también una foto para todos aquellos que pasan a verlas, todo viandante se llevan un recuerdo de una instantanea sujetando las torres KIO, y es que durante la construcción y hasta hoy en día, hay gente que sigue pensando que pueden aun volcar. Es un nuevo sentimiento de tensión al pasar entre ellas y verte envuelto por su gran altura. Pero es por esto por lo que están aligeradas en su parte superior, para disminuir el peso. En contraste como se pueda ver desde abajo, ¿qué sentirán todas aquellas personas que trabajan en ellas diariamente?, un sentimiento de vértigo continuo, la sensación debería de ser como encontrarse cada mañana al borde de un precipicio, una tensión parecida a la que sufren aquellos que la observan desde abajo. Para diseñar este rascacielos se basaron en una gráfica del ruso Alexander Rodchenco, cuya inclinación era de 15º. Estudiemos este tema… La majestuosidad de las torres o la Popularidad de las torres si majestuosidad es sobrevalorarlas, ¿hace que sea un buen edificio o un edificio que pretende transmitirnos algo? O ¿solo fue el producto de un capricho del arquitecto? Ya que él se retracta como un arquitecto que “hace lo que tiene ganas de hacer”. Eso es lo que me hace preguntarme si este proyecto fue solo fruto de una gran casualidad, que Johnson poseyese aquella gráfica Rodchenco o como el bien dice experimentaba y aprendía con los rascacielos. Esperemos para no romper la magia de la que tanto hablamos que no tropezase con estas torres, es más incluso generaría aun más conflictos si el destino hubiese puesto en su mano un gran proyecto como el que ha, es y serán las torres KIO. Este proyecto revolucionario es la única obra de Philip Johnson que tenemos en España, pero perdurará además de por ser la torre más inclinada hasta ahora, por su monumentalidad en el paseo de las castellana hasta que cuatro grandes nubes la cubrieron de sombra. Con la llegada de las cuatro nuevas torres de la castellana, y la separación de caja Madrid de las torres, una pata cojea en nuestra estructura, un nuevo mundo descubrirá las torres y las hará tener una vida diferente, pero todo ello desde el exterior será inapreciable, nuestras sensaciones seguirán siendo las mismas, nuestras dudas incluso aumentarán. Tan solo esperemos que con el tiempo la gran postal de Madrid no desaparezca para siempre y aunque menos afianzada, siga despertando dudas e inquietudes entre todos aquellos que pasen a su lado. Finalizando este texto, solo decir que mi única intención era la de poder hablar, o expresar mi opinión acerca del peso que poseen los arquitectos sobre nuestras ciudades y su población, son las personas que definen nuestros movimientos. Y responder a cada una de las preguntas que nos podemos hacer cuando vemos un edificio desde fuera, tanto en el aspecto del movimiento y como no en la vida de sus integrantes, es por esto que nuestros edificios crean vida fuera de ellos y deberíamos cuidarla como cualquier otro detalle del proyecto. Espero no haber resultado algo pesada y redundante, intentando dar mi punto de vista y llevando este escrito que bien podía haberlo descrito de otra forma e incluso basándome en otros muchos detalles del edificio, pero para mí era la mejor opción para explicar las torres, la forma con la que se muestran al exterior. En mi humilde opinión muchos más edificios deberían generar este morbo exterior y el marco que regala a la calle.